dimecres, d’octubre 19, 2005

Juicio de valor

A veces mientras trabajas ves cosas que te hacen reflexionar, otras veces tan solo puedes alucinar en colores. Una de esas veces en que aluciné fue, como no, trabajando en la ambulancia. Estábamos teniendo una noche poco movida en un concierto de heavy metal (no recuerdo quienes tocaban) de pronto me avisan, al otro lado de la calle hay un melenudo tirado que no se mueve, su chupa de cuero, pantalones ajustados y botas militares me hacen pensar que mas que una sobredosis o algo aún más preocupante, se trate más bien de una intoxicación etílica, vamos la típica taja chunga de “jevi bulgaris” un sábado por la noche.
Así que me pongo los guantes, cruzo la calle con atención a que no me atropellen pero sin correr, como de costumbre. A mí llegada el tipo esta totalmente dormido. Le hablo y no se despierta, le sacudo un poco con idéntico resultado… finalmente y con precisión, le hago un poco de daño en la unión entre mandíbula y cráneo, ¡Premio! Despierta pero no conecta demasiado, esta desorientado y mareado voy a tomarle el pulso y… aquí empiezo a preocuparme… busco el pulso en la arteria radial (no me fui a buscar el pulso carotídeo por que si encuentras pulso radial la tensión arterial sistólica o máxima esta por encima de 100 mmHg) cuando para mi sorpresa encuentro un bulto que me era desconocido tiro para arriba y encuentro otro bulto un poco mas grande, le pregunto al paciente Oye que te ha pasado en el brazo él un poco mas reactivo me dice que no pasa nada yo insisto y me dice que es una fístula, Aquí me empiezan las luces de alarma le pregunto si hace sesiones de diálisis y me contesta con un “ya no” yo pregunto ingenuo “¿como que ya no?¿es que a caso has dejado el tratamiento de diálisis?” (Lo cuál concordaría plenamente con un cuadro tóxico o de inconsciencia o vete tu a saber qué) a lo qué él me responde “no, que va, dejé la diálisis cuando me trasplantaron un riñón” Se me cayeron los huevos al suelo fui a pedir al conductor de la ambulancia que no me oía por la música del concierto, que viniera para dónde estaba yo para llevarnos a ese tío al hospital para que le hicieran un informe médico sobre lo bien que le iba su nuevo riñón, fue solo cruzar la calle, cuando me volví y el tío se había acabado de recuperar, había entendido dónde lo íbamos a llevar y corría despavorido sin que lo consiguiéramos atrapar.
Yo no soy nadie para juzgar a nadie, pero quien dona un órgano lo hace altruistamente y quién lo recibe al menos para mi, debe tener la obligación moral de hacer el máximo para que este órgano le dure todo el tiempo posible con una vida saludable y sin hábitos tóxicos que perjudiquen a éste riñón, por que sino estoy seguro que habría otro receptor que no haría este tipo de despropósitos, por solidaridad y responsabilidad.

Etiquetes de comentaris:

1 Comments:

Blogger Albert said...

Òndia! No se m'hauria acudit mai mirar-m'ho així. Cada dia s'aprén una cosa (perspectiva) nova. Salut.

11:31 p. m.  

Publica un comentari a l'entrada

<< Home